1. Ver de cerca al misterioso lince ibérico.
Ecomuseo del Lince Ibérico-Cercado del Ciprés
La Sierra de Andújar es el espacio natural donde se encuentra la mayor población de linces ibéricos del mundo, una especie en peligro de extinción. Es un animal esquivo; tanto, que la mayoría de los habitantes locales no han conseguido verlo nunca en su medio natural.
Pero nosotros no nos vamos a ir de Andújar sin conocer al gato clavo. Además de visitar la sierra por libre o contratar una empresa especializada (info aquí) es posible conocer todos los secretos de los linces en el nuevo Ecomuseo del Lince Ibérico. En este espacio hay una interesante exposición sobre los linces y, lo más importante, se puede ver a dos de los ejemplares que pertenecen al programa de cría en cautividad del lince (reservas aquí).
El Ecomuseo del Lince está ubicado dentro del Parque Medioambiental Cercado del Ciprés, donde se representan los diferentes ecosistemas del bosque mediterráneo. Hay senderos peatonales, kioscos de madera para hacer picnic y un montón de espacio para jugar.
2. Conocer las leyendas de la ciudad, jugando
Pasear por el centro de Andújar es un auténtico placer. En la calle Ollerías o la Corredera de Capuchinos encontrarás el bullicio propio de las zonas comerciales y las terrazas siempre animadas. Adéntrate por su casco medieval, declarado Bien de Interés Cultural, para conocer los monumentos que han ido dejando las diferentes civilizaciones que han ido pasando por Andújar.
Si quieres conocer las historias de Andújar a través de una divertida gincana pincha aquí. Es un juego que te va llevando por diferentes monumentos de la ciudad y hay que contestar las preguntas para que te deje avanzar. ¡A los peques les encanta! Si te gusta la historia, el Museo Arqueológico Profesor Sotomayor ofrece un viaje por las diferentes culturas que han habitado estas tierras desde la prehistoria. El museo está ubicado en el Palacio de los Niños de don Gome, una auténtica maravilla con un patio grandísimo para jugar. Suelen organizar talleres, representaciones y otras actividades para familias a lo largo del año. Infórmate sobre las actividades aquí.
3. Comerte un flamenquín en el sitio donde se inventaron.
El famoso rulo de filete de lomo relleno de jamón serrano, empanado y frito, se inventó en la década de los cuarenta en el famoso restaurante Madrid-Sevilla de Andújar, parada obligatoria de los viajeros que hacían este trayecto. La ciudad de Andújar se disputa la creación de esta especialidad que tanto gusta a los niños con la vecina Córdoba. Nosotros no vamos a entrar en ese debate, pero lo que sí te aseguramos es que en Andújar puedes encontrar flamenquines en todos los bares y restaurantes, ¡y están buenísimos!
Otras especialidades son la carne de monte, el lomo de orza, las patatas picantes o los caracoles si es época.
4. Observar las estrellas en el cielo más limpio
La sierra de Andújar forma parte de Sierra Morena, territorio que fue reconocido en 2014 como la reserva starlight más grande del mundo. Esta es una acreditación que sólo se concede a los sitios que reúnen las condiciones ideales para la observación del firmamento.
El punto de observación Astronómica de la Reserva Starlight Sierra Morena en la Sierra de Andújar se llama Mirador de Mingorramos (JA-6178 Santuario Virgen de la Cabeza-Puertollano, a la altura del km 6,4). Allí encontrarás elementos para disfrutar y aprender del cielo nocturno, como un planisferio celeste que nos ayuda a reconocer cuáles son las estrellas y constelaciones que podemos ver según la época del año. También puedes descargar la app SkyView, que te ayuda a identificar objetos celestes tanto de día como de noche.
5. Enterarte de cómo aquí fastidiaban a los enemigos
Centro de Interpretación de la Cerámica Jardín del Alfarero
En Andújar la tradición alfarera viene desde la antigüedad. De hecho, en la época de los romanos la ciudad se hizo famosa por fabricar las famosas piezas de terra sigillata que se exportaban a todo el Imperio. La tradición alfarera continuó y se hicieron muy populares los pitos de barro, que se utilizaban en la Romería de la Virgen de la Cabeza, aunque años más tarde, los habitantes de Andújar le dieron una segunda utilidad: acompañar con pitidos la retirada de las tropas francesas tras su derrota en la batalla de Bailén.
Si quieres saberlo todo sobre la tradición alfarera en Andújar visita el Centro de Interpretación de la Cerámica Jardín del Alfarero, un pequeño museo que han inaugurado recientemente, superinteresante y en un entorno único.
6. Aprender educación vial en bici
Andújar es una ciudad muy planita, ideal para caminar o desplazarse sobre ruedas. La ciudad cuenta con varios recorridos de carril bici para recorrerla con seguridad con los niños. También está conectada con el Santuario de la Virgen de la Cabeza con un carril bici separado de los coches con una mediana y puedes hacer un tramo de este famoso recorrido o bien recorrer la zona de la Mota sobre dos ruedas.
Se trata de un paseo fluvial junto al río Guadalquivir muy frecuentado por los andujareños por ser un lugar perfecto para pasear, hacer deporte o disfrutar con sus mascotas. Además, a pocos metros puedes conocer otro de los atractivos turísticos más famosos de Andújar: su Puente Romano. ¿Tu peque está aprendiendo a montar en bicicleta? Entonces visita el Parque de Seguridad Vial de Andújar (C/ Río Betis, 51), un espacio pensado para que los niños aprendan lo básico sobre circulación y educación vial, lo que les ayudará a moverse en bici o patinete de forma más segura y también a ser mejores conductores en el futuro.
7. Navegar en kayak
Pantano del Encinarejo
¿Sabías que Andújar tiene playa? A sólo 22 km de la ciudad se encuentra el pantano del Encinarejo, un sitio precioso, ideal para realizar actividades acuáticas y para huir del calor en los meses de verano. Sólo tienes que seguir el sendero que discurre sobre el margen derecho del río Jándula tras cruzar el famoso puente de hierro que da entrada al Parque Natural Sierra de Andújar (A-6177, km. 22). La orilla arenosa del pantano es ideal para compartir un pícnic con la familia y darse un chapuzón. Desde el embarcadero se puede acceder al pantano para realizar actividades como kayak, piragüismo o paseo en lanchas o paddle surf.
8. Visitar un pueblo fantasma
La lancha y embalse del Jándula.
A principios del siglo XX el rey Alfonso XIII mandó construir una presa en el Río Jándula. La obra fue de tal magnitud que llegó a haber más de 3.000 personas viviendo en la zona y se creó una pequeña ciudad en medio de la sierra que tenía hasta hospital, cantina, teatro, frontón y supermercado.
A partir de los años 30 el poblado de La Lancha se fue desocupando y hoy sólo quedan vestigios de aquella época y un par de casas ocupadas. Las familias que se acercan a conocer este pueblo fantasma suelen encontrarse con animales como ciervos, gamos o muflones que se aprovechan de la tranquilidad de la zona. Para llegar tienes que recorrer 22 kilómetros por la carretera que une Andújar con el Santuario de la Virgen de la Cabeza (J-6177), coger el carril que empieza en el puente de hierro paralelo al río Jándula y al llegar a la presa de la Lancha cruzar el puente y seguir unos metros.
¿Conoces Andújar? Si no es así, ya estás tardando en visitarla. ¡Cuéntanos en comentarios lo que te ha parecido!